martes, 20 de diciembre de 2011

El fútbol rojo

Ahí va  un post dedicado a mis amigos del blog, que seguro que les emociona. (perdonadme pero no entiendo muy bien como funciona esto, jeje)


Año 1942, el nazismo había asestado un duro golpe a las tropas soviéticas y la URSS había sido invadida. Kiev, la capital ucraniana, estaba sitiada por los alemanes.
Josif Kordik, panadero de profesión,  paseaba una fría tarde por las calles ucranianas, de pronto un alto hombre salió a su paso. Era Nikolai Trusevich, portero del Dínamo de Kiev, quien deambulaba sin saber dónde ir, acababa de salir del campo de prisioneros. Su equipo, el Dinamo, había sido disuelto debido a la Guerra.

Kordik, en lugar de pedirle un autógrafo al afamado arquero, se digno a ofrecerle trabajo como barrendero, el cual aceptó sin miramientos. Gracias a Trusevich, el panadero reclutó en su fábrica a un gran elenco de estrellas del fútbol local, ofreciéndoles comida y techo cuando más lo necesitaban. Kordik aprovechó el contar con estas estrellas para formar un equipo, el cual entrenaba en el patio de la panadería. Así nace el FC Start, una selección de los mejores jugadores de Kiev, uniformados de color rojo comunista, proclamarían su ideología política en la cancha.

Los nazis hicieron del fútbol un instrumento propagandístico, quisieron organizar el Mundial de 1942, el cual fue abortado por la Guerra,y años más tarde, antes de la caída de Berlín, ya se jugaban partidos de copa.
El equipo de la anexionada Austria, el Rapid de Viena era el campeón de Alemania el año anterior. En cada país se organizaban campeonatos para dar a la población una sensación de normalidad. Así pues en Ucrania, se creó un campeonato formado por seis equipos, cuatro de ellos  por ejércitos del eje, además del Rukh, formado por colaboracionistas locales, y el antes mencionado FC Start.

El FC Start fue la sensación de la temporada, humillando sin piedad a sus rivales. El 6 de agosto se coronó campeón invicto, destrozando 5-1 al Flakelf, el seleccionado de la Luftwaffe. Al día siguiente los alemanes llenaron Kiev con carteles en los que se anunciaba la revancha, que se jugaría dos días después.
Ese día el Estadio Zenit estaba a rebosar, con oficiales nazis en la tribuna y el pueblo ucraniano custodiado por soldados y mastines. El árbitro advirtió al Fc Start que debía saludar a sus rivales con un sonoro “Heil,
Hitler”. En contraposición se negaron a ello, se golpearon el pecho y gritaron a la antigua usanza comunista..
Tras un festín de patadas, que el árbitro no quiso pitar, el arquero ucranio Trusevich permaneció inconsciente durante varios minutos, y así el cuadro alemán abrió  el marcador. Pese a esto, el Fc Start, llegó al final del primer tiempo ganando por 3-1 gracias al gran goleador Ivan Kuzmenko.
En el descanso, un oficial nazi se acercó al vestuario del Fc Start, advirtiéndolos de las consecuencias de sus actos. Aun así, los ucranios vencieron 5-3.

En los últimos instantes de partido, el árbitro tuvo que suspender el partido ya que el defensa Aleksei Klimenko vaciló literalmente a sus contrarios, con sus regates llegó a la portería contraria y en mitad de la línea de gol, en vez de chutar de introducir el esférico en el fondo de las mallas, se dio media vuelta.  La multitud empezó a enloquecer y los soldado rumanos y húngaros, aliados alemanes, participaron en revueltas, en las afueras del campo.

Una semana después nueve de sus jugadores fueron detenidos por la Gestapo acusados de sedición. El centrocampista Nikolai Korotkykh fue ejecutado al instante, ya que se había conocido que era espía ruso. Tras numerosas torturas el resto de jugadores fue llevado al campo de concentración de Siretz. Tras un intento de fuga, fueron ejecutados Kuzmenko, Klimenko y Trusevich. Sus cuerpos fueron lanzados por un barranco.

Únicamente cuatro miembros del equipo sobrevivieron hasta la liberación rusa. Pero las autoridades Estalinistas los acusaron de traición por confraternizar con el enemigo y les obligaron a guardar silencio para siempre a costa de su vida.
Sin embargo, su leyenda salió a la luz en los años 60, y se comenta que los once jugadores fueron fusilados en un risco con los puños en alto. Tras la caída de la URSS, Makar Goncharenko se atrevió a hablar y aclaró a un periodista que sus amigos no murieron por ser grandes jugadores, sino por formar parte de dos regímenes totalitarios enfrentados.

domingo, 18 de diciembre de 2011

The football Batallion

                                                      



En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial debido al asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria (heredero del trono del Imperio Austro-húngaro y su esposa, a manos de un joven nacionalista serbio. El 4 de agosto de ese mismo año, Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania.
Comenzado el reclutamiento de los soldados para el ejército, las competiciones de deportes tan afamados en Gran Bretaña, como el Criquet o el Rugby, fueron suspendidas.

El otro deporte que atraía multitudes era el fútbol, el cual, inició la temporada 1914/15.  La mayoría de los futbolistas eran profesionales, por lo que debían tener el consentimiento de su club para poder enrolarse en el ejército. Lo cual abrió un tremendo debate, ya que no entendían, que los futbolistas fuesen ciudadanos privilegiados, para librarse de participar en la guerra. Entre ellos Arthur Conan Doyle, que pensaba que un futbolista debido a su potencia física debía estar en primera línea de batalla. Éstos fueron tratados como traidores de la patria y contribuyentes de la victoria alemana.

Otros los tildaron de afeminados y cobardes, por estar cobrando por dar patadas a un balón en contrapunto de la gente que moría en el frente. Con esto, Charles B, Fry, un famoso futbolista y jugador de Cricket pidió la eliminación del fútbol, la anulación de los contratos profesionales y la prohibición de todo menor de 40 años a entrar a un evento deportivo.
Las máximas instituciones, jerárquicas, políticas y militares, incluso los propios medios de comunicación instaban a los futbolistas, a enrolarse en la milicia. Para ello, algunos buscaban llenarles de nacionalismo y orgullo patrio, lo cual no consiguieron y siguieron protestando por sus diferentes privilegios frente a la sociedad.

El 12 de diciembre de 1914 se creó el Football Battalion, destinado a la captación de futbolistas para su composición. Frank Buckley , jugador de la selección inglesa y del Bradford City, fue el primero en enrolarse a este batallón, ya habiendo prestado anteriormente servicio al ejército, concediéndole el cargo de teniente. Otro par de jugadores más se alistaron, fueron los casos de Vivian WoodWard y Evelyn Lintott jugadores del Chelsea y del QPR, respectivamente.  Ya no se alistarían más jugadores, pero si numerosos hinchas que querían estar al lado de sus ídolos. Unas semanas más tarde este batallón alcanzó los 600 hombres.
En el resto del Reino Unido, muchos jugadores se fueron uniendo a las fuerzas armadas británicas, e incluso la plantilla completa del equipo líder  en Escocia, el Heart of Midlothian. Este hecho fomentó el enrolamiento voluntario de muchos futbolistas e hinchas.


El plantel del Hearts en Francia, durante 1916
El Football Battallion, tuvo el enfrentamiento más duro en la batalla del Somme, donde siete jugadores del antes mencionado Hearts perecieron en esta batalla. La mayoría de los integrantes del FB murieron en el campo de batalla  y otros cayeron como consecuencia de las heridas o lesiones producidas por la guerra. Otros en cambio, sobrevivieron, pero debieron abandonar la práctica del fútbol. Muchos de ellos eran desconocidos, pero unos cuantos eran grandes estrellas en sus países.  .






sábado, 10 de diciembre de 2011

La Tregua Navideña de 1914

Diciembre de 1914 entre Francia y Bélgica  se extendía una gran línea de trincheras, en ella el ejército alemán, el francés y el inglés  se jugaban la hegemonía europea. Esa línea era conocida como “la tierra de Nadie”, ya que no existía tipo de vida alguna debido a los constantes ataques de la artillería. Llegada la Nochebuena de ese año, los altos cargos del ejército alemán decidieron enviar al frente miles de árboles de navidad con el fin de hacer sentir a sus compatriotas el espíritu navideño.


Esa noche decidieron colocarlos al borde de las trincheras iluminándolos con velas, mientras cantaban villancicos. Desde la otra orilla los ingleses miraban y escuchaban perplejos, por lo que decidieron responderles con sus propios villancicos. Incluso gritos deseándose Feliz Navidad.


En este ambiente de paz, fueron muchos los que se atrevieron a llegar a La Tierra de Nadie para confraternizar e incluso intercambiarse objetos, en forma de regalo. Tal fue la tregua, que hasta se formó un partido de fútbol, en el que según cuenta la leyenda, se lo llevaron los alemanes por 3 a 2. Durante esa noche y todo el día de Navidad, se cesaron todas las hostilidades, y se aprovechó para enterrar a todos los combatientes, yendo a los funerales juntos alemanes e ingleses.
La tregua fue, sin embargo, castigada por los altos cargos del ejército, ya que no se podían creer que los enemigos se convirtiesen en amigos durante ese tiempo, por lo que ordenaron la pena de muerte a todo aquel que volviese a confraternizar con el enemigo. Y sobre todo intentaban ocultar lo ocurrido, pero esto no cayó en la desdicha, ya que gracias a las cartas escritas, por los combatientes a sus familiares, supieron de esta grandiosa historia


¡Feliz Navidad a todos!