lunes, 1 de abril de 2013

Étienne Mattler: La voz de la Libertad


Cantar el himno nacional ha de ser una obligación, eso debía pensar el capitán francés, Étienne Mattler (Belfort, 1905-1986), en plena era fascista. El 4 de diciembre de 1938 en un partido entre Italia y Francia  disputado en Nápoles, las autoridades italianas privaron a los jugadores franceses de cantar La Marsellesa. Mattler no podía creer que esto estuviera pasando, más aún, cuando los italianos, ataviados con camisas negras, hicieron el saludo fascista ante las autoridades presidenciales.  


Italia con el reciente título de campeones del mundo quería hacer sus honores delante del combinado galo, al que precisamente derrotó en cuartos de final de aquel mundial disputado en Francia. Por lo tanto, la revancha francesa se esperaba con ansia.

Con jugadores como Silvio Piola y Giovanni Ferrari, la Nazionale, ante 65.000 tifosi, derrotaría nuevamente al combinado galo por 1-0. Tras la prohibición de cantar La Marsellesa, Mattler y los suyos salieron a morder, y tanto fue así, que el "León de Belfort" acabaría con la cabeza vendada tras haberle propinado un cabezazo involuntario a Silvio Piola, el cual, terminaría el partido con la mitad de los dientes rotos.

A pesar de esto, la delegación francesa fue invitada al banquete posterior al partido. La mayoría de los jugadores se negaron a ir, pero Étienne les convenció, tenía un plan preparado. Los jugadores italianos después de este importante triunfo, no se privaron de festejarlo cantando y alabando la gloria del Duce. Ante tal humillación, Mattler se subió a una mesa y empezó a cantar La Marsellesa a gritos acompañado de Ben Barek, los demás jugadores franceses permanecerían estupefactos ante este histórico patriótico gesto.

Todo el mundo lo recuerda como un tipo aguerrido, batallador, que siempre acababa con alguna parte del cuerpo lastimada: brechas en la cabeza, mandíbula fracturada, esguinces de tobillo. En definitiva, era un tipo duro, sin embargo, siempre iba a por el balón, jamás a por el hombre. Disputó los primeros tres mundiales de la historia acompañado en defensa por Laurent di Lorto y Jules Vandooren, los cuales siempre intentaban guardar las espaldas del bueno de Étienne.

En la Segunda Guerra Mundial, Mattler perteneció a la resistencia y fue arrestado en febrero de 1944, para más tarde, escaparse del campo de prisioneros y liberar de los nazis su ciudad natal, Belfort. Hoy Francia, todavía sigue escuchando La Marsellesa cantada por él.